SATISFACCIÓN POPULAR, UN BIEN ESCASO
por Osvaldo Igounet La felicidad absoluta no existe porque los absolutos no existen. Toda cuestión tiene por lo menos un grado de relativismo que lo compone, tampoco son absolutos el amor, la satisfacción y menos aún el éxito. Hay grises, hay momentos mejores y peores, subidas y bajadas, errores y aciertos. Borges decía que la sensación de felicidad está dada por la sucesión de instantes felices en la vida de cada quien. Ergo, la "cadena de la felicidad" se compone de pequeños y efímeros eslabones cuya extensión termina por definir a una vida, una relación y porqué no a un gobierno como feliz o no feliz o dicho en términos políticos exitoso o no exitoso. Hasta aquí el gobierno del presidente Fernández es sin dudas poco feliz o falto de éxito. El pueblo no se siente feliz. La inflación, el estancamiento, la falta de vacunas suficientes, el no futuro, la falta de trabajo, los b...