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                escribe Osvaldo Igounet  Termina el 2020, año maldito entre los malditos de los últimos 80 años, el más bisiesto entre los bisiestos si se me permite un toque de superstición. En nuestro país la pandemia y el manejo de la misma dejó una economía con pronóstico reservado, más de 45.000 víctimas fatales y un crecimiento poco alentador en el desempleo, la pobreza y la indigencia. Un año para el olvido que nunca deberíamos olvidar y del cual deberíamos sacar enseñanzas en todos los ámbitos. Pero a un día de la llegada del 2021 las esperanzas se renuevan aunque no existen motivos objetivos para creer que esas expectativas se concreten. Un plan económico para reanimar en forma sostenida aún no aparece, los ruidos internos en la coalición de gobierno no cesan y una temida y feroz segunda ola del coronavirus parece ser inevitable que nos alcance. La aprobación de la ley 27.610 (si ya tiene número) sobre la Interrupción Voluntaria del Embarazo si bien puso de buen hu

Santos coronavirus Batman, diría Robin el joven maravilla, si la vieja serie de culto aún estuviera al aire. Y aunque no hay supervillanos rondando Ciudad Gótica, una feroz Gatubela con sonrisa pinguinesca planea su estrategia de demolición sobre su pelado archienemigo de sonrisa guasoniana. Mal momento para Rodríguez Larreta que pierde presupuesto, pierde obras, está por perder hospitales y perdió su casa desde que su ex, Bárbara Diez, lo echó por pegarse unos revolcones con la jefa del CGP N° 9 de Mataderos.  Tampoco andan mejor las cosas para el inquilino de la Quinta de Olivos, al que la cuarentena convirtió en un gordito cachetudo y mal peinado que se patea las ojeras. El hombre se empeña con ahínco en mostrarse como un presidente pero su incontinencia verbal y su vicepresidenta se lo impiden. Cuando no está anunciando cuestiones no confirmadas aparece Cristina y le descalifica al gabinete. Hice lo que me ordenaste dijo el viernes en La Plata mirando a CFK y sin poners

Yo estoy preocupado por el Señor Presidente porque no sé si se siente bien. Está claro que en un año de ¿gestión? envejeció diez y engordó veinte, pero ahora no se lo nota con demasiada claridad mental. ¿Estará estresado?, ¿dormirá mucho o muy poco?, ¿tendrá una sobredosis de la música de Litto Nebbia?. Duhalde cuenta que llegó a ver delfines saltando en el jardín de la Quinta de Olivos, ¿Alberto verá a Gines bailando en zunga El lago de los Cisnes?, ¿se puede volver de visiones como esa?. Presidente se siente Ud bien... "De la pobreza no se sale con planes estatales sino con empresarios que den trabajo" dijo hoy en la UIA, mientras venia de anunciar aumentos en los montos de los planes y sin reducir la cantidad de beneficiarios de ninguno. Y aleja a las eventuales inversiones con impuestos, aportes solidarios y trabas de todo tipo. "En plena pandemia hemos logrado que ningún argentino pase hambre" anunció en la misma reunión. ¿¿¿¿????. La pobreza está e

Y un día la Corte Suprema falló..., y dijo Amado Boudou y todos los demás implicados en la causa Ciccone son culpables. En el caso del ex vicepresidente ya no queda ninguna apelación que realizar, se llegó al final del camino, Boudou es oficialmente un delincuente condenado con, la tan mentada estos años,  sentencia firme. Listo ya está nada más que discutir al respecto, solo falta saber si terminará de cumplir su condena en prisión o en su casa, como está ahora, decisión que debe tomar la justicia de ejecución penal.  Llegar a esta sentencia firma demoró "solo" ocho años, todo un récord de rapidez judicial en un país donde las causas federales toman promedio catorce años, a veces más de veinte y otras no llega nunca. Hay mucho político implicado en causas de corrupción que espera esa sentencia firme que rara vez llega y en esa espera se blinda, se postula a algún cargo o se muere. En ese aspecto el caso Boudou es un fallo que los alarma e inquieta. ¿L