QUE BOUDOU NO SEA MARÍA JULIA

Y un día la Corte Suprema falló..., y dijo Amado Boudou y todos los demás implicados en la causa Ciccone son culpables. En el caso del ex vicepresidente ya no queda ninguna apelación que realizar, se llegó al final del camino, Boudou es oficialmente un delincuente condenado con, la tan mentada estos años, sentencia firme. Listo ya está nada más que discutir al respecto, solo falta saber si terminará de cumplir su condena en prisión o en su casa, como está ahora, decisión que debe tomar la justicia de ejecución penal. 

Llegar a esta sentencia firma demoró "solo" ocho años, todo un récord de rapidez judicial en un país donde las causas federales toman promedio catorce años, a veces más de veinte y otras no llega nunca. Hay mucho político implicado en causas de corrupción que espera esa sentencia firme que rara vez llega y en esa espera se blinda, se postula a algún cargo o se muere. En ese aspecto el caso Boudou es un fallo que los alarma e inquieta.

¿La justicia se despertó de repente y empieza a ser más eficiente y rápida?. Sería lo deseable pero las dudas persisten, y si sólo es un chicana judicial de los supremos a Cristina para amargarle las fiestas por su convicción de querer meter baza en los juzgados federales y la Procuración. Aún no lo sabemos.

Carlos Menem espera sentencia firme desde mediados de los '90 desde la seguridad de su banca en el Senado. Han pasado 25 años y el fallo final no llega; para salvar las apariencias se juzgó y encarceló a María Julia Alsogaray, en quien la justicia y la política descargó la totalidad de la corrupción de la era menemista. Ella terminó siendo el pato de la boda para que el resto siguiera de fiesta. Hoy Boudou es culpable sin peros oficialmente y se celebra pero yo no quiero que se vuelva el María Julia de Cristina, sería triste que otra vez un presidente justicialista limpie sus causas en un dirigente extrapartidario. Recordemos que María Julia y Boudou vienen de la Ucede.

Amado Boudou ha caído pero quedan muchos esperando justicia, ojalá nuestro sistema judicial esté, por una vez, a la altura del requerimiento histórico.

        por Osvaldo Igounet 

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