UNA HISTORIA DE CULOS





                            
  
                                                 INTRODUCCIÓN AL TEMA

   
La vida tiene sus idas y vueltas, quien más quien menos, tuvo que atravesar distintas etapas para llegar a donde sea que llegó. Ninguna ruta es una línea recta en la vida de la gente, sino más bien un sinuoso camino de montaña, subía o bajas, doblás o desbarrancás.

    En mi caso no es diferente. Recorrí caminos, subí cuestas, desandé barrancos, rodé por pendientes y volvía trepar de arremetida. ¿Llegué?, no se sabe todavía, depende que se considere llegar. ¿Me arrepiento?, para nada, todo es experiencia y el pasado no se puede subsanar. En cuanto a la salud soy -creo- un tipo sano y fuerte. Deje el cigarrillo, aun me funciona el "amigo" si la ocasión lo amerita, no tengo operaciones ni enfermedad que se sepa. Claro que el rugby a veces y un poco de torpeza otras, me consiguieron alguna que otra fracturita aquí y allá, pero todo soldó de maravilla. Así que estoy sano y sin embargo veo una silla y lloro.

                                            
    Cuando el culo sufre no hay médico que te alivie...

                                                   LA SILLA

      Já, quien lo diría, las sillas hacen llorar. Bah, los asientos de cualquier tipo hacen llorar. Sí los asientos duelen y el dolor hace que las lágrimas broten cual manantial inesperado. Solo ver una puta silla o un maldito sillón hace que me duela desde el alma al trasero, y un dolor punzante me haga llorar como fakir desconcentrado. Creáse o no, los asientos se convirtieron en un arma de destrucción masiva para mi traste, y no sé si siquiera una bombardeada "preventiva" como la de Obama a Siria, cambiará eso.

      Las sillas duelen, los asientos duelen, el culo me duele y me estoy cansando de estar parado. Atacará Obama o mis gluteos seguirán sufriendo con cada almohadón que se le cruce...




                                           EL TRASTE
     Sería bueno empezar a cambiar de opinión sobre el traste. Quien siga usando la expresión me fue o estoy como el culo, por ejemplo, claramente no sabe lo útil y necesario que puede ser tener un culo en óptimas condiciones. Como el mío, que siempre fue elogiado por la perfección de sus formas, la suavidad de su epidermis, su porte para correr o caminar y su elegancia para el sentarse. Claro, sentarse, en otro tiempo, cuando los asientos no eran enemigos declarados (de mi culo) claro. Así que ojito, pensá que si te va para el culo, eso puede ser muy bueno.

    Claro que los culos no siempre son incomprendidos, más bien los humanos somos complicados de entender, porque si te dicen qúe culo tenés, o sos un suertudo o estás muy bueno y ambas cosas son positivas, ¿no?. Nadie se imagina a una top model con un  mal culo, de hecho Alejandro Fantino nunca hubiese conducido Animales Sueltos si no fuese por su culo, ya que es tan suertudo como culón. Jaja, ¿nadie se percató del culo de Fantino?, si hasta parece que dejó el relato deportivo porque el -y su culo- no entraban en las cabinas de los estadios...

       Bueno, me fui del tema, volvamos. Tengamoslo  presente, el culo es importante, necesario y debería ser fuente de bienestar o envidia, en lugar de objeto de denigración, blasfemia y difamación. Por eso cuando un buen culo se estropea sin aviso, no solo es una mala noticia, sino también un dolor insoportable; un dolor como el del chiste. El chiste ese que dice: -¿Cuál es el pelo más largo?. -No sé. -El de la nariz, porque si tirás de el se te frunce hasta el culo. (risas)...

                                   LA ENEMIGA DEL CULO

      
No todos los países tratan bien a los culos de sus ciudadanos, en algunos no existe el bidé, en otros falta agua y en Venezuela, por ejemplo, escasea el papel higiénico, situación harto vergonzosa para un culo promedio. Y esta realidad no adjetiviza a la revolución chavista, aunque huela para la mierda. (risas de nuevo).

     Otra vez me divagué. Vuelvo. Pero el trasero tiene otros enemigos potenciales, a saber: Flavio Mendoza, el constipamiento, lo contrario del constipamiento y claro: la(s) hemorroide(s). A Flavio Mendoza podés ignorarlo, al constipado lo subsanás con unos mates lavados y fríos, la diarrea la cortás con un carbón, pero a las hemorroides no hay conque darles. Si tenés hemorroides el culo te suena desafinado, te duele hasta la nariz, no te podés sentar en ningún lado y como caminás como un mandril en celo, todos se avivan que tenes el culo averiado. Mala cosa.

     Te dicen que las hemorroides se combaten con baños de asiento, si si, claro. Andáaaa!!!, lo que no te dicen es como prepararlos. Hágase unos baños de asiento con agua tibia y se aliviará. ¿Seguro?. Lo que no te dicen es que si graduas mal la temperatura del agua la debacle es inminente... Si esta fría el dolor se multiplica, si está muy caliente la quemadura de culo es cruel e irrespetuosa, y duele tanto como la hemorroide a combatir. Las cremas que deberían calmar el dolor y reducir la inflamación, solo manchan la ropa interior, te dejan el culo embadurnado, sin que este demasiado probado que los supuesos beneficios sean reales. Y encima si el vecino de enfrente te mira con cara de "te empomaron flaco", no podés decirle nada por que con cada paso sentís como la crema se derrite en tu trasero.

      Los más alvajes te dicen ponete una banda elástica en el orto y listo. Como las hemorroides son venas inflamadas, si las estrangulas con la banditas, se corta el flujo de sangre, se secan y se caen. ¿Se caen?, ¿cómo un higo o una pera?, ¿pero uno tiene un culo o un árbol frutal?. ¿Y donde caen?, ¿cuando caen?, ¿caen?, ¿sangran al caer?, ¿avisan con anticipación?... Ponete una banda elástica en el culo vos, hijo de puta. que al que le duele el culo es a mi.

    Finalmente podés operarte, pero eso duele mucho, es muy incómodo y no garantiza que no te vuelvan a salir. Te operás y por un semana dormís y vivis boca a abajo, ni se te ocurra ir al baño, ni sentarte ni nada. Así que como opción es un culo (risas).

    Así es mi presente hoy. Tengo hemorroides leves externas, el culo me duele, la crema me mancha, el agua me quema, los asientos me amenazan y ninguna solución funciona. Y entonces vino a mi mente de analista político una revelación: ¿y si el problema de Cristina no es el síndrome de Hubris ni la bipolaridad sino las hemorroides?, eso si que despejaría varias dudas... digo nomás...

Nota 1: El culo de Alejandro Fantino es de verdad una leyenda en el ambiente artístico , en Radio 10, América TV y el periodismo deportivo.
Nota 2: Me niego a visitar un proctólogo cualquiera, demasiada intimidad para brindarle a alguien a quien recién conocés.
Nota 3: Cuando el culo me duele mucho mi cara se parece mucho a la de Cristina cada vez que Scioli habla de su candidatura para el 2015.
Nota 4: Acá se terminan las notas, me duele el culo y me tengo que parar...
Osvaldo Igounet
IgounetNoticias.com
copyrigth 2013


Comentarios

Entradas populares de este blog

NUEVO ATAQUE A LA PRENSA: SACARON DEL AIRE AL PROGRAMA "UNA TARDE CON VOS"

NÉSTOR CORSI RETOMA LA OBRA EN EL POZO DE LUZ

LA VERDADERA GENERACIÓN DIEZMADA