LA VERDADERA GENERACIÓN DIEZMADA

                   escribe Osvaldo Igounet

Cristina Kirchner no da notas, rechaza entrevistas y se niega a hablar con el periodismo no militante. Sin embargo cada tanto, muy cada tanto, no tiene más opción que someterse a un supuesto reportaje. Alguna vez lo hizo con Jorge Rial y ayer con Pablo Duggan; esto pasa cada vez que se acerca una elección reñida. Pero ahora algo cambió, ayer fue la viva imágen del naufragio de un kirchnerismo que se hunde irremediablemente en los vericuetos de la historia, a caballito de ideas viejas, mentiras evidentes, relatos gastados y una gestión de gobierno pésima como pocas, de la que UD Cristina es la máxima responsable como líder del FdT y vicepresidente de la Nación. Estuvo en los estudios de C5N corcho en mano tratando de tapar el hueco por dónde fluye el agua que inunda el bote y tal como le pasaba al Coyote, fracasó lastimosamente.

Cristina dice pertenecer a una generación diezmada, haciendo alusión a los jóvenes setentistas que murieron entregados por sus propios jefes montoneros o erpianos, o en manos de los grupos de tareas del Proceso; y cuyos hijos e hijas serían hoy los "jóvenes" de La Cámpora como el cuervo Larroque, Wado de Pedro o el mismo Máximo según ella los nombró. Les pido en este punto hacer una aclaración necesaria: las organizaciones guerrilleras de los setentas que pasaron a la clandestinidad para derrocar a un gobierno democrático fueron nefastas para la salud cívica del país tanto como lo fueron La Triple A desde la extrema derecha peronista porque entre otras cosas coadyudaron con su insensatez al golpe del 24 de marzo de 1976. La sangre corrió en la Argentina y la guerrilla fue desarticulada, ergo todo cabecilla que haya sobrevivido tiene dos posibilidades: o fue un cobarde que abandonó a los suyos o fue un traidor que los entregó a los militares. En ambos casos apellidos como el de Firmenich, entre otros, me vienen enseguida a la memoria. Aquella generación diezmada de la que habla Cristina fue cualquier cosa menos heroica y sus hijos solo usufructuan del kirchnerismo esa necesidad de encontrar héroes imaginarios.

Entonces, no existe una generación diezmada?. Por supuesto que sí, la generación que desde el 2003 es diezmada por las políticas del kirchnerismo y en especial de Cristina Kirchner. La generación de aquellos que perdieron su dignidad ciudadana, la esperanza de progresar, que se educan cada vez peor o no lo hacen, los que dependen del puntero o los movimientos sociales si quieren comer de vez en cuando. Los que sufren y también provocan la inseguridad diaria, a quienes le hicieron creer que tienen sólo derechos sin ninguna obligación y que ir a trabajar es para los giles. Millones y millones de argentinos embrutecidos, mal comidos y desocupados. Estos son Sra Kirchner los miembros de la verdadera generación diezmada, son los que creyeron en UD, los diezmados que perdieron su futuro gracias a UD y sus desvaríos de poder absoluto y vitalicio.

Por suerte su ocaso político como líder indiscutible está cerca y lo sabe, por eso le otorga un par de horas de su tiempo a su canal preferido. Pero eso ya no le va a servir porque fué su propio Frankestein en ejercicio prestado de la presidencia, quién se encargó de eso al punto tal que muchos de sus propios seguidores con hambre, sin plata ni trabajo y con poca educación están aprendiendo a la mala que son ellos y sólo ellos la real y única generación diezmada. No habrá toma de la Bastilla ni guillotina para la reina que egoísta y altiva mira a todos desde arriba, pero y UD lo sabe, habrá una catarata de votos populares en su contra más que suficientes para declarar el final de un ciclo político, el suyo, que tanto daño le hizo (y le hace todavía) al pueblo argentino. Armados con nuestro voto nosotros el pueblo tomaremos Versalles y un nuevo 1789 habrá surgido en Argentina.

Osvaldo Igounet

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