CUANDO LOS HOLOGRAMAS PROVOCAN EL CAOS

 

por Osvaldo Igounet

El año electoral está lanzado, las provincias empiezan ya su ciclo eleccionario del cuál saldrá el nuevo mapa político en el país. Hay especial atención en los distritos que funcionan como amplificadores en todos lados: Caba y la provincia de Buenos Aires, donde las PASO serán el 13 de agosto. No hace falta contarle a Ud lector/a lo que esto significa porque lo está viendo todos los días, los políticos están todos operando por sus candidaturas y cuota partes de poder, rosqueando, haciendo campaña, "hablando con la gente", intentando convencernos que si los votamos harán por nosotros todo aquello que hasta ahora no hicieron y uno no puede dejar de preguntarse ¿si no hicieron nada (útil) hasta hoy por qué lo harían mañana?. Un juego de simulaciones en el cual todos somos responsables porque lo jugamos a sabiendas de cómo es la realidad, la política no se ocupa de la gente y la gente no se ocupa de cambiar a la política. Así nos va.

Y tal vez la clave sea la palabra gente porque en una democracia republicana seria y eficiente lo que hay son CIUDADANOS, así con mayúsculas. El ciudadano opina, participa, controla, premia y castiga, asume responsabilidades y se las exige a sus representantes; el ciudadano no olvida que desde el presidente hasta el último consejero escolar ellos son nuestros representantes, aquellos que tienen el mandato popular de hacer las cosas bien, dedicarse y ocuparse de la cosa pública para mejorar el país en el que vivimos todos. No son nuestros mandantes sino nuestros mandatarios, no pueden hacer lo que quieren sino lo que deben. Pero en los cuarenta años que tiene nuestra incipiente institucionalidad nos fuimos olvidando de ser ciudadanos y muchos gobiernos y líderes políticos se ocuparon de hacernos olvidar del concepto de ciudadanía. En especial los populismos sean de derecha o de izquierda. En 1983 la democracia era la esperanza, se terminaba la dictadura y comenzaba una nueva era, todos creímos que con la democracia se educaba, se curaba y se comía; cuatro décadas después nada de eso sucedió, en especial en los grupos más desprotegidos de la sociedad. Hay más pobreza, más marginalidad, más trabajo basura, más hambre y más delincuencia. En el 2001 cuando tronó en las calles el que se vayan todos, tuvimos la posibilidad de empezar a cambiar las cosas, pero no lo hicimos y por eso el 25 de mayo del 2003 llegó a la Casa Rosada Néstor Kirchner, en pocos días se cumplirán 20 años, y con él vino el llamada kirchnerismo que hasta hoy está en el poder y que lleva manejando los destinos del país los últimos 20 años de los 40 que tiene la democracia recuperada y que por eso es, desde la política, el culpable indudable del invivible país que tenemos hoy. La doctrina kirchnerista trajo la cultura del no esfuerzo, del no estudio, de los subsidios a todo, del estado todo lo puede (pero siendo ellos quienes lo administran a piacere); fueron el matrimonio Kirchner y sus tenientes quienes te hicieron creer que sólo existen los derechos, que nadie tiene obligaciones, que el campo y las empresas que dan empleo son el enemigo y que sólo ellos tienen el dedo divino del caudillo iluminado. Una construcción basada en el realismo mágico que ni García Márquez se animó a imaginar. Néstor Kirchner falleció en el 2010 y nos heredó a Cristina y con ella todo fue peor, porque elevó a la enésima potencia todos los vicios y fallas de la construcción política de su marido y lo hizo porque además se creyó su propio cuento. Se mira en el espejo y se ve como la encarnación misma de la nación, con gorro frigio y todo. Lo peor de sus gestiones en el poder no fue la vasta corrupción ya conocida, sino haber haber usado su carisma y ascendencia popular en provecho exclusivo de sus ansias desmedidas y eternas de poder, un poder que sólo se podía mantener con un pueblo que creyera todos sus cuentos, esos espejitos de colores que Colón le habría ofrecido a los originarios en las Antillas en 1492. Ella te empobreció para darte un plan y un plato de comida en el comedor popular y logró que le dieras las gracias y el voto. Y te educa poco y mal para que no te des cuenta del engaño y lo logró. ¡Mirá si no somos giles!.

Y cuando llegó el 2019 Cristina sacó el espejo de color más grande de todos y te puso sobre la mesa al peor presidente desde 1983: Alberto Fernández y vos otra vez se lo compraste. Un presidente fiestero cuando él mimo prohibió ls fiestas, que viaja cuando no se podía viajar, que habla todos los temas y no conoce de ninguno, un funcionario no sólo inútil para cumplir con la función para la que fue elegido sino totalmente desinteresado de ella. Un señor experto en justificaciones, eso sí. Que Macri, que la pandemia, que la guerra, que el FMI, etc, etc,etc; excusas que parecen no aplicar a ningún gobierno de la región a pesar de haberlas transitado también. Ni Uruguay, ni Paraguay, ni Chile, ni Bolivia y menos Brasil -que tuvo a su Bolsonaro como su Macri- tienen los índices de pobreza, inflación y miseria que tenemos en Argentina. El país está agonizando por culpa de Alberto y Cristina; y -que decirlo- de quienes le siguen creyendo con frases como "sin Cristina no hay futuro", auxilio por favor.

Y hoy el país está sumido en una pre anarquía, con violencia delictiva y social, con miseria exlícita, con inflación desatada y con ciudadanos enojados y desesperanzados. Y sin gobierno que se ocupe. Alberto trata de usufructuar sus últimos meses de privilegios viajando y comiendo como si no hubiera un mañana, Cristina rumiando bronca con la Justicia que le perdió el miedo y el respeto, preocupada porque se está quedando sin trucos para engañar a la gilada. Ambos en sus cosas, lejos del pueblo, sin ejercer sus obligaciones, sin usar el despacho del primer piso de la Rosada él, teniendo al Senado cerrado desde noviembre ella. Pro cobrando sus emolumentos por supuesto. Como presidente y vice del mismo gobierno son como un holograma, están pero no están, son pero no son; son un holograma pero con masa (y con Massa); son una realidad virtual mal programada que funciona mal. Y por eso dicen ser gobierno y oposición al mismo tiempo, otro invento nacional y popular; para evadir responsabilidades y ver si zafan en estas elecciones. No creo que puedan. Finalmente la gente a fuerza de mediocridad y privaciones se está convirtiendo en ciudadana y el clima social se está enrareciendo, las penurias económicas y la inseguridad se volvieron un gran despertador que está sacando a la sociedad de su letargo psicotrópico. Pero los hologramas en el poder parecen no verlo del todo, yo les aconsejaría que dejen la virtualidad y se ocupen en serio de gobernar porque de seguir así no sólo van a perder las elecciones, podría pasar algo más serio como cualquiera que transita las barriadas populares (y sale ileso de milagro) sabe y escucha. ¿Qué cosa?, pues que el "que se vayan todos" del 2001 se está convirtiendo en el "que no se escape ninguno" del 2023. Y saben qué, nada bueno puede salir de eso.

Feliz 7,7% de inflación en marzo, recontra feliz 21,7% de inflación en el primer trimestre, súper felicitaciones por el 104% de inflación anual. Todo de ustedes estos logros queridos hologramas, en esta si que no corre el ah, pero Macri, ni Bataquis ni Guzmán; esto es por completo de la santísima trinidad laica: Cristina, Alberto y Sergio. Por supuesto con todes sus apóstoles paganos. Yo no soy economista, sólo soy un simple periodista, pero la gente por la calle me pregunta: ¿esto explota? y mi respuesta es: cuando no sos millonario ni conocés como operar en la bolsa, cuando sos clase media baja o pobre y comprar alimentos no perecederos rinde más, es mejor inversión que el plazo fijo o comprar dólares, es que la economía está muy mal. Los más grandes ya lo vivimos, recordarán la película Plata Dulce y su famosa frase de lo que no se pudra todo, si comprar así en el supermercado es mejor inversión que la cueva o el banco, muchaches, estamos en problemas. ¿Les importará algo de todo esto a los políticos en campaña; el gobierno seguirá haciendo que está pero no está?, esto lo sabremos después de las elecciones, donde nos encontraremos a la misma batihora y por este mismo baticanal.

Osvaldo Igounet

copyrigth 2023