Opinión: CRISTINA LE HABLÓ AL CONGRESO VIVA EL CARNAVAL
Cristina abrió el año legislativo y dio su habitual discurso anual, no sin antes haber ordenado una más de sus acostumbradas "genialidades" políticas y poner al senador Gerard Zamora, ex gobernador de Santiago del Estero, como presidente provisional del Senado y por lo tanto tercero en la línea sucesoria del poder. Una decisión tan buena como la de volver a Boudou vicepresidente...
El discurso fue previsible en tanto lo pronuncia alguien que hace de la negación, la mentira y la fantasía un estilo de gobierno tan peligroso como patológico, volviendo al gobierno un ente que no solo es corrupto e ineficiente sino también mágico e inexistente. La presidenta no solo es corrupta en tanto no puede justificar su fortuna, sino también una mujer que miente y miente ya sea que lo haga porque esta convencida de su propia e imaginaria realidad, sea porque hace de la mentira una arma política o por una combinación de ambas cosas. Cristina inventa una supuesta situación ideal y después fuerza al resto del país a aceptarla como cierta, no podemos saber, todavía, si esto es así como estrategia pura o como un escape psicológico de quien al mirarse al espejo cada mañana no puede tolerar lo que ve.
Por eso habla de una economía con buena salud, de un país de bienestar y un estado benefactor que nadie más ve y vuelca todas los males (de haberlos) en el afuera. El gobierno es bueno y su presidencia majestuosa, toda crítica es malsana, tendenciosa o provocada por los malos de siempre: Moyano, Clarín, el liberalismo, EEUU, la oposición, el anticristo y el cambio climático; le faltaría agregar nada más; todos menos ella y su pésima gestión de gobierno.
Y claro como todo anda bárbaro hay cuestiones que, gracias a Dios y a Cristina; el país no sufre: inflación desatada, convulsión social, inseguridad manifiesta, narcotráfico creciente y economía en crisis. Por eso no las nombra, ¿porqué debería hablar de problemas que según ella no existen?...
¿Sorprendió el discurso de Cristina?, para nada. Es sólo una pieza oratoria más, falaz, vergonzante y que preocupa atento de quien viene, tal como ella nos tiene acostumbrados a todos. Un discurso inexacto y mentiroso, propio de una presidenta mediocre en su gestión, de dudosa estabilidad emocional y nula capacidad para intentar siquiera, vivir y gobernar con un mínimo de ética, honradez y verdad. Pavadas, mentiras y negaciones es lo único que se puede esperar de quienes como ella hacen de la mentira, el enriquecimiento personal a como de lugar, la intolerancia y el relato de la épica de lo inexistente, una forma de gobierno. La presidenta tiene dos grandes modos de gobernar: se inventa una realidad que no existe o cuando pone los pies en tierra, ignora todo límite legal o moral que le impida hacer su única y exclusiva voluntad. Así es Cristina, así es su gobierno, de resultas esto explica porque estamos como estamos y claro, porque dio el discurso que dió.
Lo malo del tema es que aun le quedan 21 meses de gobierno, donde corrupción, ineficiencia y fantasía seguirán mandando en el país, lo bueno es que aún le quedan 21 meses de gobierno y con un poco de suerte y justicia divina, le explotarán en la cara las consecuencias inevitables de tanto desacierto e inmoralidad. Cristina habló en el Congreso, pero por suerte había un fin de semana largo.
Osvaldo Igounet
IGOUNETNOTICIAS.COM
copyrigth 2014
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