BONO PARA JUBILADOS, EXTRAÑA EXPLICACIÓN DE LA ANSES DE GRAL RODRÍGUEZ

 

BONO PARA JUBILADOS

Como todos los miércoles la Sra Valeria Chulman, jefa de la Anses (Udai) de Gral Rodríguez en su columna en la Radio Municipal de nuestra ciudad explicó los alcances del nuevo bono que se pagará a los jubilados a partir del 18 de abril. Comentó que el bono será de $ 6.000.- para quienes cobren el haber mínimo que actualmente es de $ 32.630 lo que llevará los ingresos del mes a $ 38.630; aclarando que esta última cifra es la de corte, así quienes perciban más del haber mínimo pero menos de la cifra de tope sólo percibirán la diferencia. Esto significa como ya habíamos adelantado que la totalidad del bono propuesto sólo será percibido por una cantidad menor de beneficiarios, aunque la propaganda oficial lo presente como algo masivo para el sector.

Pero lo que llamó la atención de las declaraciones de la Sra Chulman es que, según explicó, este beneficio se otorga porque la fórmula de actualización no llega a empatar o superar la inflación trimestral prevista. Ahora bien, si este bono se hubiera presentado como una ayuda al jubílado/pensionado de la mínima tendría sentido que sólo este sector sea beneficiado con esta suma extra, pero no fue así. Desde la Anses de Gral Rodríguez se expuso claramente que el bono se daba para compensar la pérdida de la fórmula de actualización ante la inflación y si esto es así la pregunta es: ¿por qué no lo perciben TODOS los jubilados en la medida que sin importar cual sea su haber jubilatorio todos sufren la pérdida de su poder adquisitivo si la aplicación de la fórmula de actualización resulta inferior a la inflación?. Fue la propia funcionaria quien al anunciar el pago del bono expuso que no era un beneficio extra al jubilado que gana menos sino una compensación por el desfasaje de la fórmula de actualización y aunque ella no lo dijera, eso perjudica a la totalidad de los jubilados que tiene la Anses. Llama entonces la atención que el gobierno crea que la pérdida del poder adquisitivo afecte sólo a quienes  ganan entre $32630 y $38630, pero quienes perciben 40, 50 o 90 mil pesos sean inmunes al aumento desmedido del costo de vida. 

En un momento político crítico para la salud institucional del gobierno nacional, donde el fuego amigo abunda y las internas feroces están a la orden del día, donde el presidente es blanco permanente de cuestionamientos despiadados de aquellos que lo llevaron al poder; destratar así a la clase pasiva dividiéndola en "pudientes" y "no pudientes" con decisiones de este tenor y teniendo en cuenta que ser jubilado en Argentina es sinónimo de pobreza ( excluyo aquí deliberadamente a las jubilaciones de privilegio, claro); excluir de un bono compensador por inflación a un sector enorme de los jubilados suena a injusto y peligroso. Más cuando el gobernador Kicillof acaba de decir que la situación social no da para más y Máximo Kirchner expresa su inquietud por las consecuencias de la inflación al decir que aún quienes tienen un trabajo en blanco no llegan a fin de mes, son pobres. Es en este contexto de alta conflictividad política y social, de incertidumbre e inestabilidad institucional que el Poder Ejecutivo ayuda discrecionalmente a algunos jubilados sí y a otros no. Para colmo y a pesar de haber declarado varias veces que no se negociará bajo presión y con acampes en la vía pública, se acaba de anunciar un aumento del 50% en la tarjeta Alimentar, demostrando así que el piquete al final es efectivo y postergando por segunda vez en un mismo día al jubilado que gana algo más de $38000. 

Si el lector quisiera oír el audio del programa "Sumate que no resta" de ayer en la Radio Municipal escuchará con claridad de que forma la titular de la Udai de Gral Rodríguez presenta el pago de este bono y comprobará que no dice que es una ayudita a los jubilados de la mínima sino una compensación por desfasaje inflacionario de la fórmula de actualización de haberes. Tal vez la funcionaria cometió un sincericidio, tal vez explicó el porqué del bono con demasiado detalle o quizás simplemente se equivocó en la explicación, de cualquier forma dejó al descubierto -una vez más- como el gobierno actúa sin aplicar el principio de igualdad ante la ley, discriminando al sector pasivo por ingresos intentando hacerle creer al pueblo que hay jubilados comunes que si llegarían a fin de mes comiendo todos los días, cuando indigencia, pobreza y jubilación son casi la misma cosa en Argentina. Una vez más la política está muy lejos de comprender las necesidades de la ciudadanía, enfrascados como están en sus privilegios, sus rencillas domésticas y sus ansias de poder. Así estamos.

Osvaldo Igounet

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