¿Y DÓNDE ESTÁ EL AJUSTE?

 

Osvaldo Igounet

El gobierno encara un formidable plan de ajuste disfrazado bajo una variedad de originales eufemismos porque como todos sabemos ajuste es una palabra prohibida en el imaginario del Instituto Patria, más allá de la semántica resulta claro que quienes deben ajustarse somos los ciudadanos de a pie, los emprendedores privados, comerciantes, empresarios, desocupados, empleados, jubilados y beneficiarios de planes sociales. La apretada del cinturón llega de la mano de una inflación desbocada, paritarias que llegan tarde, aumentos de impuestos y tarifas, encarecimiento del crédito, pérdida del nivel de vida entre otras calamidades. Lo que vulgar y genéricamente llamamos LA GENTE sufrimos el temido ajuste. Sin embargo ni el estado ni la política lo hacen. Siguen en pie todos los beneficios y prebendas de la clase política, el estado en sus tres niveles no achica su tamaño y se derrocha a manos llenas. ¿Injusto?, por supuesto; ¿indignante?, claro que sí; será por eso que hay dirigentes y dirigidos, supongo.

El presidente Alberto Fernández viajó a EEUU para asistir a la Asamblea General de la ONU, reunirse con el FMI y buscar improbables inversiones petroleras en Houston. Para eso "necesitó" llevar una comitiva de cerca de ¡¡¡50 personas!!!, alquilar un avión en casi U$S 550.000, más el alojamiento en hoteles 4 estrellas de U$S1500 la noche. Un millonario derroche de esos dólares que faltan en el BCRA y por los cuales persiguen a productores agropecuarios, cerealeras, importadores, industriales y turistas. Y todo esto ¿para qué?. En la ONU sólo oyeron el discurso presidencial 36 personas (menos de las que llevó de comitiva), pasando totalmente desapercibido entre decenas de jefes de estado. En el FMI elogió al organismo internacional para horas después criticarlo en su discurso y con los petroleros no obtuvo ni un sólo dólar de inversión nueva y genuina. Una gira llena de fracasos diplomáticos. Aún así tuvo tiempo de visitar músicos y elegir guitarras, comer en restó carísimos, hacer alguna que otra comprita y caminar por las calles de la Gran Manzana; a costa nuestra y multiplicado por cincuenta. Gastos millonarios en dólares y ningún resultado concreto ni para el país ni para la gente. ¿Ajuste en el gobierno?, ni por casualidad. Gomez Alcorta sigue comprando flotas de vehículos 0 km vaya a saber uno para qué y Cristina en el Senado pasa a planta permanente a 280 empleados "imprescindibles" para su gestión y sigue la fiesta... El poder no está en crisis, el pueblo sí. Como siempre.

Osvaldo Igounet

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