Gral Rodríguez Historias Políticas de Pago Chico

 Osvaldo Igounet

     General Rodríguez es mi hogar desde casi dos años cuando decidí dejar la gran urbe y venirme al campo -Gral Rodríguez es considerada la primera ciudad pueblo del interior de la provincia- y a pesar de su paz campechana aquí también existe una enorme variedad de realidades derivadas no sólo de la situación económica de cada grupo social sino de la particular distribución urbana que el distrito posee y de la cual hablaré en alguna otra nota. Pero estamos en el año 2019, año electoral que también llegó a Gral Rodríguez con toda su efervescencia militante.

    Si el pueblo tiene una esquina céntrica y emblemática esta es la de Carlos Pellegrini y Pedro Whelan donde se encuentra el bar Aloha, un clásico entre clásicos. En Aloha hay fauna política variada, además de un rico café y ajedrez con reloj. A la mañana digamos entre las ocho y la diez sus mesas se pueblan de "conspiradores" de avanzada edad ex concejales, funcionarios e incluso intendentes dedicados a criticar y operar al gobierno de turno, la mayoría de extracción justicialista que más que querer volver al poder intentan devolverle a la ciudad SU visión de como debe manejarse la cosa pública municipal. Ellos gritan, discuten, no se escuchan entre sí y terminan añorando los "tiempos mejores del "ayer" que siempre es aquel en el ellos estaban. Algún whisky de buena marca o un cognac añejo en invierno suelen lubricar las cansadas gargantas de los debatientes. Para media tarde cerca de las cinco llegan los viejitos activos como yo los llamo, son también ex legisladores y funcionarios de sesenta años para arriba pero que aún operan per se o para alguien más. Trajinan sus I Phone que no saben manejar del todo llamando a políticos y funcionarios en actividad para ofrecerles ideas y proyectos de ordenanzas que sí o sí deberían aprobarse en pos del bien común. Ellos no se resignan al olvido y hacen lobby sin descanso con la esperanza de volver o de ser necesitados al menos, no falta claro aquel que opera para algún empresario amigo al que le vendieron influencia en el palacio o una importancia o gravitación de la que carecen pero que pueden disfrazar de tal porque algunos teléfonos importantes están aún en su agenda. Entonces ves una mesa en la esquina más alejada donde un viejo lobbista toma un trago con un empresario de mediana edad y entre sorbo y sorbo hace un llamado que siempre empieza con un: hola secretario/concejal/etc me gustaría que conocieras a fulanito un amigo que quiere invertir en Rodríguez y al que deberíamos prestarle atención...

     El viejo y señorial Café Plaza en Parque Rivadavia de Caballito ya no existe en la Capital Federal pero su aura de paquetería, más modernizada claro, impregna la atmósfera de Oxímoron emplazado en la esquina macro céntrica de Bv San Martín y Moreno. El lugar preferido de los pudientes de la zona, empresarios, ejecutivos, señoras paquetas, galanes de sienes plateadas y novias mucho más jóvenes y parroquianos que sueñan con ser. Allí la rosca política es más discreta, no hay tanto celular sonando sino más bien festejos de negocios cerrados, todo en un ambiente de moderna elegancia con precios para la ocasión. Si alguien pide un tecito de hierbas aromatizadas con una porción de torta alemana o galesa seguro celebra una conquista amorosa, un buen remate de ganado o un acuerdo con el municipio.

    La familia Mastellone en especial Eduardo es el accionista principal de Dalcon S.A. que es la propietaria de tres de las cinco estaciones de servicio de la ciudad, son dos YPF y una Puma, esta última ubicada sobre la ruta 28 al lado de la entrada principal al complejo industrial de La Serenísima. En las mesas de la terraza baja también la política fluye a diario protagonizada por empresarios pymes que nunca se ponen de acuerdo en nada mitad con Cambiemos y mitad peronistas ambos anti el otro y todos anti Cristina. En este grupo tuvo el honor de ser aceptado como uno más y resulta una efectiva manera de conocer los entretelones político-sociales del pueblo.


¿Y los candidatos? si tenemos candidatos. Está el concejal Diego Escobedo (foto) que dice ser el pollo de Cristina para la intendencia pero también está el concejal Mauro García que también dice exactamente lo mismo. Escobedo manda gente casa por casa en una campaña de cercanía que cuando son recibidos con amabilidad te preguntan ¿lo quiere conocer, quiere que venga el concejal en persona a visitarlo?. En cambio García hace una campaña más de acción directa produciendo "hechos", por ejemplo manda a quemar altos pastizales que la municipalidad olvida mantener aunque sus inexpertos operarios casi te quemen la casa, por ejemplo la mía, ya que no saben nada del asunto, no traen agua o arena por las dudas ni fabrican cortafuegos antes de encender las llamas. Y ahora todas las semanas la gente de García va por los barrios regalando kilos y kilos de lechuga, si lechuga, que reparten a troche y moche; lo cual termina por hablar bien de la gestión de Macri y Vidal ya que si se reparte lechuga es porque ya no hay planes sociales para clientelizar a la gente. El intendente se candidatea para la reelección, pertenece a Cambiemos y se llama Darío Kubar, es ingeniero, peronista renegado y su gestión es altamente criticada por la mitad de la población mientras que la otra mitad lo tolera, aprobación aprobación no mucha. Existen otros como José Luis Benítez o Carlos Rodríguez con jingles en las radios pero a los que nadie conoce. Y todos se presentan como un vecino más que sólo piensa en el bienestar del resto de los vecinos, ¿lindo no?.

copy 2019
Osvaldo Igounet







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