PROTESTA POLICIAL A KICILLOF CONFLICTO ANUNCIADO E IGNORADO

septiembre 09, 2020

La Policía Bonaerense está en las calles pero protestando por mejores condiciones de trabajo: aumento salarial, pago de horas extras en tiempo y forma, obra social propia, asistencia psicológica, provisión de uniformes y otros elementos de trabajo, capacitación y entrenamiento regular y sistematizado y que no haya sanciones por las protestas.

foto La Voz del Interior

El gobierno de Axel Kicillof se muestra sorprendido con la continuidad del reclamo ya que ayer martes aseguraron que este viernes se anunciará el aumento dispuesto. Creen entonces que esta movida policial está fomentada desde la oposición y en especial desde el macrismo duro. Reacción típica de los gobiernos sin pericia o peso político propio, culpar al adversario y victimizarse.

Siguen sin entender de que se trata. Kicillof y Berni pretenden que con la simple promesa de un anuncio las cosas se calmen. No dicen de cuánto será ese aumento ni a partir de que fecha se cobrará y eso viniendo de un gobierno del que desconfían es inaceptable. Se cree que la Provincia ofrecerá un 30% promedio de incremento y la policía pide un 60%, eso amerita una negociación y no una aceptación obligatoria. Y además lo salarial no es el único reclamo. El gobierno amparado en la prohibición de sindicalización que pesa sobre las Fuerzas Armadas y de Seguridad sumada a su repulsa ideológica a todo tipo de uniforme se asusta y enoja ante un reclamo que no le interesa y preferiría olvidar; exigen una suerte de "obediencia debida" para resolver el conflicto cuando ese concepto ya no existe más en el país.

Las preguntas surgen con naturalidad: ¿porqué Kicillof fue sorprendido por la magnitud de la protesta?, ¿porqué le explota a él cuando el malestar policial viene de antaño?. Claramente hay dos respuestas obvias que incluso pudieran fusionarse, la primera es que falló la Inteligencia sea que la hacen mal o no hacen, esa falencia hizo que el gobernador fuera tomado por sorpresa quizás a causa del mencionado desdén que sobre este tema provoca cierta ideología reinante. La segunda respuesta es que esta policía está desbordada de trabajo a causa de la pandemia, vienen con sueldos muy retrasados, se sienten despreciados por la mirada ideológica del gobierno y hay que decirlo al igual que mucha otra gente no sienten respeto por un gobernador al que parece quedarle grande el cargo. Nadie respeta a quien no admira o teme, y menos en aquellos que arriesgan la vida cumpliendo su deber. Si muchos intendentes del Frente de Todos coinciden con esa sensación porque creer que una policía mal equipada, exhausta y que se siente desprotegida sentiria algo distinto. No sé vislumbra desestabilización alguna, se rebelan ante Kicillof como no lo hicieron con María Eugenia Vidal -con quien se recelaron siempre- porque además de estar más pobres y cansados Vidal les imponía un respeto o temor que Kicillof no. Tan simple como eso.

Cuando se habla de los grandes temas nacionales como la Reforma Judicial todas las miradas se posan en el Senado porque allí está la verdadera dueña del poder político no en Olivos donde el presidente vive de prestado; lo mismo pasa con Kicillof quien se mudó a La Plata como operador designado de Cristina, sin peso político específico propio, mal mirado por el peronismo no K y con grandes falencias de gestión. Por ahora al menos el cargo le queda grande, lo siente la policía, los intendentes y hasta este desconocido periodista. El gran peligro de la hora es el vacío de poder real en quienes debieran detentarlo y no en la queja genuina y quizás groseramente expresada de uniformados con sueldos de hambre dejados a su suerte por una administración que no los quiere ni los entiende.