UN GOBIERNO QUE NO ARRANCA

por Osvaldo Igounet

   Pasaron ya los primeros cien días del gobierno de Alberto Fernández y la administración del país parece sumida en una quietud inquietante. Hay casi trescientos cargos sin cubrir en el organigrama del gobierno federal y todo parece estar supeditado a lo que pueda o no suceder con la renegociación de la deuda pública. Plan económico no hay y si lo hay está muy bien guardado bajo siete llaves, aunque todo indicaría que tal cosa no existe todavía.

   Si hay una suerte de "plancito económico" de muy corto plazo que consta basicamente de estos puntos: tratar que el dólar no se dispare, mantener a la baja la inflación, congelamiento de tarifas y combustibles, retenciones a las exportaciones y renegociar la deuda. Todo lo demás está en modo espera. No hay estrategia de crecimiento, no hay plan exportador, no hay un programa de atracción de inversiones ni presupuesto real proyectado. La maquinita de fabricar billetes funciona a pleno -hay quienes hablan de mil millones de pesos diarios mínimo- y salvo impuestazos y recortes jubilatorios no se vislumbran medidas importantes por ahora; mientras la inflación reprimida empieza a descontrolarse a un 2% mensual -más en alimentos- a pesar del congelamiento de tarifas y combustibles lo que prevee una posible desmadrada cuando los 180 días de control finalicen el 30 de junio. Y para colmo de males llegó la pandemia de coronavirus que está frenando en seco la ya escasa actividad económica del país y vuelve más tangible el plan B del gobierno: declarar el default.

   En efecto en cada vez más sectores del gobierno el coronavirus parece más una salvación que un problema ya que justificaría adoptar medidas antipáticas teniendo a quien culpar: Macri primero y la pandemia después. Culpar a ambos de todos los males argentinos serviría para que las paritarias ya no sean libres sino que tengan un techo o suma fija puesta por el Ejecutivo, las jubilaciones en junio tampoco sean aumentadas, los impuestos se incrementen y la emisión siga su curso de colisión para financiar gastos corrientes y la ayuda social. El kirchnerismo duro dudaba en la utilidad de renegociar la deuda y quizás ahora su postura prevalezca, después de todo si Argentina está en crisis y ahora el mundo también por qué apurar un cara a cara con bonistas más preocupados por pérdidas más urgentes y abultadas que las que el país suele provocarles con cierta frecuencia.

   Un gobierno cuasi en stand by podría así arrancar hacia una nueva fiesta populista pensando en el hoy y dejando para otros las preocupaciones del mañana. La agenda de Cristina pasa por otro lado y sus urgencias también, por eso la intervención a la justicia jujeña avanza en el Senado, las causas por corrupción libera a casi todos sus detenidos e incluso la tan mentada y ayer aprobada ley contra las jubilaciones de privilegio del sistema judicial y diplomático muestran su verdadera cara: colonizar la justicia con jueces "amigos", el ahorro fiscal esgrimido y la solidaridad argumentada en este tema caen apenas uno ve que CFK se presentó ante los tribunales para exigir que se le vuelva a pagar su jubilación como presidente, su pensión presidencial como viuda de un ex presidente SIN dejar de percibir su sueldo como vicepresidente, cosa expresamente prohibida por la normativa vigente. Como se ve nada de ahorro fiscal ni actitud solidaria con los jubilados de la mínima. Aunque para ser justo ella no es la única tanto Carlos Menem como Adolfo Rodríguez Saá cobran sus pensiones presidenciales y sus dietas como senadores nacionales. Los privilegios parecen ser aceptables o no conforme a quienes beneficien como queda claro.

   Mientras tanto los mismos senadores que intentan liberar a Milagro Sala en Jujuy no solo callan sino que propician una protección descarada y vergonzosa al licenciado senador -con goce de sueldo- José Alperovich cuya causa por abuso sexual agravada duerme el sueño de los justos y el oprobioso silencio cómplice del bloque del Frente de Todos. No hay allí feminismo que valga ni colectivo de mujeres famosas que lo critique; tal como la filosofía K lo impone para los amigos todo...

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