ROBLEDO PUCH, LOS TRES CHIFLADOS, CRISTINA Y YO O QUE CARAJO HACER EN CUARENTENA...

La cuarentena no termina amigos no se ilusionen, hay quienes ya la llaman Plan Primavera porque de mínima nos tendrá en casa hasta esa estación, y no falta quién está rezando para que no termine igual que su homónimo alfonsinista.

Descartado el picnic del 21 de septiembre todas las expectativas estaban puestas en poder mojar las patas en las erosionadas playas de Las Toninas pero desde el Ministerio de Salud bonaerense ya nos están cortando ese mambo. La puta madre ¿quién pudiera ser Mauricio, no?.

Y entonces qué hacer, Papá Noel está en aislamiento, Año Nuevo lo pasaremos apoliyando una beodez en solitario y los Reyes Magos ya avisaron que ni drogados vienen mientras Ginés siga de ministro. 

Alberto nos cuida. Escuchame macho, no me cuides, mejor ¡ENTRETENEME!. Cuarentena mata alacena chabon, la heladera llora cada vez que te acercas y al colchón se le está formando un cráter con la forma de tu trasero.

El pequeño K ataca de nuevo. Chau picnic, chau vacaciones, chau clases y chau fiestas de fin de año. Pero el hombre no descansa, ahora avisa que en dos semanas se acaban las camas disponibles y no se le ocurre nada mejor que oficializar este protocolo sanitario: allí  donde exista un infectado, todos se consideran contagiados. Porque no habla con Moreno este muchacho, los números se truchan para abajo hermano. Si te van a faltar camas hay que bajar los casos no subirlos, suerte que ya no maneja la economía. ¿Habrá razonado así con YPF?.

Como sea el 2020 se fue y apenas empezamos agosto. Y nadie nos entretiene, apenas podcasts de escasa duración, que te tiro un Vicentin, que te apago un Zoom, que te amplío a los supremos o te lo largo a Berni en motoneta. Poco che, para tanto tiempo libre.

Yo por lo pronto voy a tratar de hacer un Skype con Robledo Puch que ya lleva 48 años adentro y sabrá como matar el tiempo. Chiste fino, ¿no?. A propósito el tipo es el único asesino que ni Zaffaroni se anima a soltar, o sea que ya sabemos de alguien a quien Cristina le tiene miedo. 

Todo el año encuarentenado, la puta madre ¿quién pudiera ser Mauricio?; uh eso ya lo dije, sorry macho, se me chispoteo el chascarrillo. 

Cristina le marcó la cancha al presidente con este ultimátum: si no te portas bien y haces lo que digo te hago cortar el WiFi a ver si te bancas sin Netflix la cuarentena.

Bueno lector/a nos vemos en cualquier videollamada o en la próxima transmisión del Alberto, Kici y el pelado Larreta. Ya me cansé de escribir y se me está haciendo tarde para llegar a ningún lado, justo ahora que nadie me espera.

Osvaldo G. Igounet

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